El mundo de los Muertos MUVICC

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Un coche subía por la nueva carretera del Monte de Santa Trega. El reputado arqueólogo Cayetano de Mergelina se dispone a comenzar con un nuevo ciclo de excavaciones en el año 1928. Su objetivo para este año consistía principalmente en localizar dos zonas de este poblado, la “casa del jefe” y la “necrópolis”. Este prestigioso investigador de la Universidad de Valladolid, está acostumbrado a excavar en otras partes de España y, casualmente, en otros yacimientos arqueológicos de pueblos ibéricos coetáneos con los castreños. No es capaz de entender después de varios años de excavaciones la razón para no encontrar el lugar donde se enterraban los pobladores de Santa Trega.

Lo más sencillo era pensar que el cementerio, como pasa hoy en día, estaría fuera del poblado. Entonces, futuras excavaciones en este castro y en otros aclararían esta interrogante científica. Pasaron los años y la duda alcanza la categoría de misterio. Numerosas excavaciones acaecidas desde entonces en los castros, tanto en proyectos de investigación universitarios, trabajos de empresas privadas en obra pública o en contexto urbano, no consiguen responder satisfactoriamente a esta cuestión.

En esta cuestión todas las hipótesis son bien recibidas. Quizás, la más famosa es aquella que bien podemos denominar como la teoría “Excalibur”: los castreños yacen en los fondos de los ríos con sus armas más preciadas. Esta idea también consigue explicar al mismo tiempo la ausencia de armas en el mundo castreño. Otros investigadores sugieren  la quema de los cuerpos y el esparcimiento de las cenizas al aire. Y aquellos más influidos por la presencia celta por estas tierras, manejan la posibilidad de arrojar los cadáveres por los desfiladeros para que los buitres hicieran el resto. Esta última idea es bastante comprensible si nos situamos en lo alto de la roca del Chao de Samartín.

Las últimas teorías comentan la presencia de urnas escondidas por una losa en los suelos de las viviendas castreñas. También otros investigadores sugieren la posibilidad de las cremaciones a las afueras del poblado siguiendo una extrapolación de las prácticas funerarias de otros pueblos europeos que vivieron en la misma época que los castreños. Sin embargo, continuamos en un océano de dudas. Por este motivo desde el MUVICC no le podemos decir con certeza cómo morían los castreños, pero sí como vivían.